¿Quién no soñó alguna vez de niño con tener una casa del árbol? Bueno al menos yo me la pasaba imaginándolo, incluso quería ser guardabosques porque pensaba que así podría  vivir en una de esas. Mientras recorría el sudeste Asiático me entere que en la selva de Laos esta la más grande y alta del mundo, así que hacia allí fuimos.

Si te gusta el contacto con la naturaleza y querés ver la selva desde otra perspectiva, La Gibbon experience te va a encantar.

La Gibbon experience es un proyecto que se pensó para terminar con la caza furtiva en la selva. Los mismos locales estaban extinguiendo especies. Este proyecto le da trabajo a mas de 120 personas y les enseño a cuidar y valorar a las especies. 

Se trata de un trekking y una serie de tirolesas para llegar a las casas de los arboles construidas a más de 40 metros de altura en el corazón de la selva de Laos.

Tenés distintas opciones: La clásica, la express y la waterfall. Brevemente aquí están los pros y los contra de cada una para que puedas decidir cual se adapta mejor a tus necesidades.

Clásica (tres días, dos noches) es la mas relajada de todas y en la que hay mayor posibilidad de ver Gibbons. 

Express (dos días, una noche) es la caminata más corta y aquí vas a hacer la máxima cantidad de tiroteas. Dormirás en la casa del árbol mas grande pero no veras ningún Gibbon.

Waterfall (tres días, dos noches) es la más larga de todas, con un horario ajustado y menos probabilidades de ver Gibbons que en la clásica. 

El precio es de aproximadamente 100 dólares por día. No te olvides de reservar con anticipación. Nosotros hicimos la express porque no había lugar en las otras dos por varios días.  

La excursión

Al llegar allí te dan una charla sobre como colocar el arnés, te explican el itinerario y algunas medidas básicas de seguridad en la selva. 

Dividen los grupos según que excursión vayas a hacer y desde allí salen en una camioneta por el medio de la selva que te dejara en el punto de inicio de la caminata. Los guías son lugareños,chicos jóvenes, que hicieron todo el trekking sin calzado e iban comiendo hormigas por el camino. Al principio debo admitir que no me generaban mucha seguridad para ponerme el arnés y estar colgada a 40 metros de altura. Pero una tirolesa después me di cuenta que estaban más que preparados. 

Con respecto a la comida para mi gusto la mayoría de las cosas estaba muy picante así que solo pude comer arroz blanco. Tenia bastante hambre después de la caminata y no había tanto arroz, así que me hubiera gustado tener algo de comida. No llevamos porque nos habían dicho que no se podía pero al llegar ahí todos habían llevado chocolates o barritas de cereal. Cuando te dicen que hay que llevar solo mencionan agua, repelente y calzado de trekking, yo agregaría algún snack,al menos en el caso de la express.

En la casa del árbol hay baños y agua potable. Dormimos en colchones en el suelo con sabanas y un mosquitero. Las plazas son dobles. En la casa había 8 personas, cenamos, jugamos cartas y el guía nos entretuvo contando historias. 

Escuchar los ruidos de la selva, ver los cielos, el atardecer entre los valles, mil insectos subiendo entre las montañas hacia el sol, mariposas, las estrellas infinitas.  Hoy puedo contestar con convicción cuando me preguntan; ese atardecer en Laos fue el más lindo que vi en mi vida.